¿Qué puedo hacer si tengo alergia a la insulina?

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El fármaco utilizado en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 1 para regular la concentración de azúcar en sangre es la insulina. Suele asociarse a la diabetes tipo 1, pero puede ser necesaria su administración en algunos casos de diabetes tipo 2. Sólo puede administrarse mediante inyección, aunque se están investigando nuevas formas de administración.

Años atrás, la incidencia de reacciones alérgicas a este fármaco era muy elevada, pero actualmente esta incidencia ha bajado considerablemente. Esto se debe a que las insulinas que utilizamos a día de hoy son insulinas obtenidas por biotecnología.
A pesar de esto, este tipo de alergia sigue existiendo. Al parecer, se debe a las diferencias entre la estructura de la insulina endógena (hormona secretada por las células beta de los islotes de Langerhans o pancreáticos) y las biosintéticas (insulina sintetizada a partir de cultivos de microorganismos). Además, también podemos encontrar que las insulinas llevan proteínas como la protamina o zinc añadido, para retrasar su absorción y prolongar su acción, que podrían ser responsables de estas reacciones, aunque sea con menos frecuencia.

¿Cómo se manifiesta?

La insulina puede inducir reacciones alérgicas locales, que consisten en lesiones en la piel en la zona del pinchazo. Éstas pueden aparecer de forma más inmediata o tardía, y pueden ser de dos tipos: unas, que aparecen a las 4–8 horas (con un pico de mayor intensidad a las 12 horas y una duración de tres días) y otras que suelen presentarse a las 12 horas (con un pico de mayor intensidad a las 24–48 horas), dependiendo del menor o mayor grado o tipo de reacción hipersensible en el paciente.

La insulina también puede provocar reacciones generalizadas inmediatas, que pueden cursar con urticaria, hinchazón, estrechamiento de los bronquios o choque (shock); y tardías, como erupción cutánea aguda, la enfermedad del suero (reacciones adversas del sistema inmunológico) o la inflamación de los vasos sanguíneos.

En el caso de las reacciones inmediatas, son útiles para el diagnóstico las pruebas cutáneas para comprobar la sustancia a la que se es alérgico y la IgE específica a la insulina (análisis del anticuerpo inmunoglobulina E en la sangre), resultando positivas en el 40% (1) de estos pacientes. Cuando se realiza el estudio, se deben probar varias insulinas pues existe una importante reactividad cruzada entre ellas debido a la gran similitud estructural de sus moléculas, para luego poder elegir una alternativa, si es posible, para tratar al enfermo.

¿Cómo tratarlo?

En el mercado existen insulinas humanas modificadas por la inversión o sustitución de algún aminoácido de la cadena de la insulina, lo que les confiere menor poder inmunológico, y podrían ser buenas alternativas en casos de alergia a la insulina.

Si un paciente presenta reacciones locales, no se debe suspender el tratamiento con insulina. Visita inmediatamente a tu médico. Por lo general, se recomienda, en función del tipo de alergia:

  • Tomar un antihistamínico
  • Colocar la insulina en otra parte del cuerpo
  • Cambiar el régimen de inyección a múltiples dosis
  • Cambiar a un análogo de insulina
  • Utilizar dispositivos de infusión continua (bomba de insulina)

En caso de reacciones alérgicas generalizadas, es importante que acudas a tu médico para que valore la mejor opción para tratar esta reacción alérgica y seguir controlando tu diabetes.

En cualquier caso, visita a tu equipo médico para que te trate el episodio de alergia a la insulina lo antes posible y así evitar posibles complicaciones.

Fuente: Bayer Diabetes Care

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