Por Alan Gómez Mayén
La Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (Seciti) del gobierno de la ciudad de México presentó un proyecto que hace posible la reparación de lesiones del cartílago en la rodilla, una de las afectaciones más comunes causadas por accidentes de tránsito, deportivo o laboral.
A cargo de investigadores mexicanos del Instituto Nacional de Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra Ibarra (INR), liderados por el doctor José Clemente Ibarra, quien junto con el doctor René Drucker Colín, titular de la Seciti, explicaron el proceso en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
“Ya estaba probado en animales, lo usaron para regenerar las articulaciones de los caballos. Era hora de entrar en la etapa para los humanos y se requería recurso para este trabajo. Lo apoyamos, afortunadamente ha sido muy exitoso”, afirmó Drucker Colín.
El proceso, que ya se ha llevado a cabo en 48 pacientes de manera exitosa, comienza con una biopsia que se realiza en zonas de menor carga de la rodilla. En el tejido obtenido se aíslan los condrocitos, células adultas del cartílago con capacidad de multiplicarse in vitro. Seis semanas después, los condrocitos se multiplican creando una capa con la que se envuelve un andamio biodegradable que se introducirá en la rodilla, al igual que la biopsia, a través de una artroscopia.
Artroscopia: Este procedimiento es una cirugía en la que se realizan pequeñas incisiones alrededor de la articulación y se introducen instrumentos quirúrgicos que permiten explorar instrumentos quirúrgicos que permiten explorar y manipular el interior de la articulación sin necesidad de abrir la rodilla completamente.
Por este medio, el andamio cubierto de la capa de condrocitos es depositado para luego desintegrarse, dejando únicamente los condrocitos disponibles para regenerar la zona dañada. Una vez realizados ambos procedimientos quirúrgicos, el paciente es sometido a un protocolo de rehabilitación que finalmente le permita recuperar el apoyo y la movilidad de la articulación.
El doctor Clemente Ibarra resaltó que también existe la posibilidad de realizar un procedimiento similar pero con el uso de células madre obtenidas del torrente sanguíneo del paciente. Debido a las características de este tipo de células, el potencial reparador puede aplicarse no solo en el cartílago, sino en otro tipo de tejidos.
“Gracias al apoyo de Seciti ya estamos tratando a otros diez pacientes con células madre, pero aún tienen muy poco tiempo. Lo importante es que pudimos aislar las células, caracterizarlas, identificar cuáles son las que nos sirven. Ya pudimos inducirlas a que se conviertan en células de cartílago e implantarlas, ahora tenemos que dar seguimiento al paciente para ver si el tejido se regenera igual y si clínicamente los pacientes se comportan igual”, afirmó el investigador, quien con apoyo de la beca Conacyt, en 1994 realizó estudios en la Universidad de Harvard, donde aprendió muchas de las técnicas que darían origen a este proyecto.
En este contexto, el doctor Ibarra explicó que el costo de una cirugía similar en Estados Unidos o en países de Europa alcanza los 30 mil dólares. En México el costo podría reducirse en menos de la mitad. En conferencia de prensa afirmó que en el Instituto Nacional de Rehabilitación, actualmente el tratamiento no tiene ningún costo para los pacientes, ya que se trata de un estudio con miras a generar un procedimiento estándar que después se pueda realizar en los hospitales del sector público de la ciudad de México y otras entidades del país.
La presentación también contó con la presencia de dos pacientes que dieron testimonio de la efectividad del tratamiento, el cual les permitió regresar a sus actividades normales en un periodo menor a 30 meses. Es el caso de Pamela Alonso Cortez, de 35 años. “Me lesioné jugando futbol, fue tan grave que se me dislocaba la rodilla incluso subiendo una escalera. Ahora ya no tengo nada, ni chasquidos ni nada y puedo realizar mis actividades sin problema. Aunque no he vuelto a jugar porque acabo de tener a mi bebé, pero ya estoy pensando en regresar”, concluyó la paciente.
Fuente: Agencia Informativa Conacyt
