La Diabetes Mellitus es una condición crónica que aparece cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando nuestro organismo no la utiliza eficazmente, lo que provoca un aumento de los niveles de glucosa (azúcar) en sangre en forma crónica.
Afecta a un gran número de personas en todo el mundo (aproximadamente 426 millones), se estima que uno de cada 10 habitantes en el planeta tiene Diabetes Mellitus. Se ha identificado que aproximadamente el 50% de quienes presentan esta condición lo desconocen, por lo que no reciben tratamiento médico alguno; por otra parte, de las personas que reciben tratamiento sólo el 25 % tienen buen control de su condición.
Este control inadecuado de los niveles de glucosa favorece al desarrollo de complicaciones crónicas graves, tales como la retinopatía (daño en los ojos), nefropatía (daño en los riñones) y la neuropatía diabética (daño en el sistema nervioso).
Una de las complicaciones que más preocupación causa es el pie diabético, el cual se define como la ulceración, infección y destrucción de los tejidos del pie y se presenta en un 17 % de las personas que viven con diabetes. El pie diabético es una alteración clínica que se presenta por una afectación de los nervios del pie y es causada por un aumento crónico (a largo plazo) de los niveles de glucosa (azúcar) en sangre; dicha complicación se caracteriza por la aparición de una lesión y/o ulceración del pie (con o sin la existencia de una isquemia [falta de riego sanguíneo] y teniendo un desencadenante traumático.
El pie diabético se considera un pie en riesgo, ya que es más propenso a presentar lesiones tales como daño en piel, estructuras del hueso y articulaciones.
Se consideran tres factores principales que conducen al pie diabético:
1.- Neuropatía: causada por las alteraciones en el metabolismo de los nervios como consecuencia de un nivel alto de azúcar (glucosa) por un largo tiempo.
2.- Macroangiopatía: es una enfermedad en la que se dañan las paredes de las arterias pequeñas del corazón y afecta los vasos sanguíneos y terminales nerviosas del cuerpo. Esta es una alteración que se presenta como consecuencia de la ateroesclerosis (acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias) en las arterias de los miembros inferiores, la cual lleva a la falta de oxigenación (isquemia).
3.- Alteraciones biomecánicas del pie que conducen a alteraciones del hueso, músculo y articulaciones llamada pie de Charcot en la que hay deformaciones y degeneración progresiva.
Todos estos factores conducen a la úlcera del pie diabético la cual se puede agravar por una infección y como consecuencia de un mal cuidado posteriormente puede generar gangrena del pie y ser la causa principal de las amputaciones no traumáticas en el mundo.
Cuando ya existe una úlcera el tratamiento para evitar infecciones consiste en lavar diariamente con jabón neutro y secar la herida con una gasa estéril, además de desinfectar con un antiséptico de amplio espectro que actúe contra hongos, bacterias y virus que no cause ardor y que no dañe la piel, como MICRODACYN®, un antiséptico de uso tópico para el cuidado de heridas; además en ocasiones las heridas requerirán tratamientos adicionales con apósitos o vendajes y medicamentos para controlar la inflamación, la infección o el dolor.
Recuerda también que, para reducir riesgos, lo mejor es acudir con un especialista en cuanto detectes heridas en cualquier parte de tu cuerpo, pues el tratamiento de las ulceraciones diabéticas requiere experiencia profesional.
La detección oportuna, los cuidados preventivos y el tratamiento correcto de las heridas son esenciales para evitar complicaciones.
Si has detectado heridas en tus pies acude con tu médico para que él indique y supervise el tratamiento óptimo.
REFERENCIAS:
- Referencias:* Guías de la Asociación Americana de Diabetes, 2020*Federación Mexicana de Diabetes,A.C.*Diabetes Internacional. Volumen 1, No. 3 año 2009.Abdon Toledo, Lijuzu Vega, Keren Vega.* Asociación Española de Enfermería Vascular y Heridas .Guía de Práctica Clínica. Consenso sobre Úlcera vasculares y Pie Diabético 3ª edición año 2017.