Vivo con diabetes ¿Puedo utilizar lentes de contacto?

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Los defectos refractivos en la visión dificultad el desempeño de nuestras actividades diarias. Una adecuada corrección óptica, ya sea mediante gafas o mediante lentes de contacto, nos ayuda a poder realizarlas con comodidad y seguridad.
En determinadas situaciones, como la práctica de deportes o la utilización de spas y piscinas, las gafas pueden resultar incómodas o incluso peligrosas, siendo preferible el uso de lentes de contacto. Además, también es habitual esta elección por cuestiones estéticas o de comodidad.

Con lentes de contacto el campo visual es más amplio que con gafas y evitamos el peso o el roce de las mismas.
Ahora bien, es posible que hayas pensado alguna vez que la diabetes puede limitar o complicar el uso de lentes de contacto. Afortunadamente en la actualidad se dispone de numerosos materiales y sistemas de mantenimiento para lentes de contacto, por lo que, con casi total seguridad, podrás encontrar una opción que se adapte a ti.

Tipos de lentes de contacto

Existe un sinfín de modelos de lentes de contacto, en función del material que las compone, el sistema de limpieza que requiere, la frecuencia de reemplazo, etc. Los puntos más importantes que debes tener en cuenta a la hora de elegir tus lentes de contacto son:

  • Grado de hidratación del material. De manera intuitiva parece que la mejor opción siempre son los materiales con un elevado nivel de agua en su composición. La lente de contacto en la superficie de tus ojos se hidrata gracias a las lágrimas; por ello, si tienes alguna alteración como el síndrome del ojo seco o un desequilibrio en el componente acuoso, puede ser mejor opción escoger unas lentes de contacto fabricada a partir de materiales menos hidratados. También existen lentes con una estructura mixta, con una parte más hidratada que da confort y una menos hidratada que disminuye la deshidratación de la córnea.
  • Otras características del material. Existen tres grupos principales: blandas, rígidas permeables y semirrígidas. Las blandas son las más utilizadas por su menor precio y su fácil manipulación pero no siempre son la mejor opción. Si tienes una graduación elevada, sobre todo astigmatismo, puede ver mejor con lentes rígidas o semirrígidas. Si tienes dudas, consulta con el especialista.
  • Frecuencia de reemplazo. Existen múltiples opciones, desde lentes desechables diarias hasta modelos válidos para ser utilizados durante varios años. Lo más importante es respetar el tiempo de uso marcado por el fabricante.
  • Tipo de defecto que corrigen. Aquí podemos hablar de lentes monofocales (sólo para lejos) o multifocales (lejos y cerca). En ambos casos, además, pueden ser tóricas (aptas para corregir el astigmatismo).

Por último, hay otro tipo de lentes de contacto que pueden resultarte interesantes:
• Lentes de contacto terapéuticas: se utilizan a modo de apósito transparente para facilitar la curación de heridas en la córnea. Te la debe colocar tu oftalmólogo y no tendrás que manipularla. Los colirios podrás aplicarlos con la lente colocada. Son muy útiles cuando la diabetes disminuye el dolor y pueden producirse heridas de importancia sin que te des cuenta, también de forma transitoria después de opérarte de cataratas o en otras situaciones.

Qué debes vigilar mientras uses lentes de contacto

Sigue los siguientes consejos en caso de encontrarte en estas circunstancias:

  • Enrojecimiento de los ojos: Comprueba si has hidratado adecuadamente tu lente de contacto y usa lágrimas artificiales. Si el problema persiste, quítate la lente.
  • Dolor o sensación de cuerpo extraño. Retira la lente y comprueba que no esté rota o presente algún elemento adherido. Si la molestia no desaparece, acude a tu oftalmólogo.
  • Pérdida de visión. Retira la lente, comprueba que te la has puesto del lado correcto y comprueba tu visión con gafas. Si con gafas no ves bien, acude a tu oftalmólogo.
En qué influye tu diabetes

Como ya sabes la diabetes afecta en mayor o menor medida a todas las partes de tu cuerpo, y tiene efectos importantes sobre tu piel, tus pestañas y tus ojos que pueden dificultar el uso de lentes de contacto. Por ello, es importante que tengas en cuenta estas indicaciones:

  • Antes de empezar a usar lentes de contacto es imprescindible que valore tu caso un oftalmólogo. Coméntale que quieres usar lentes para que te realice un test de secreción lagrimal, descarte que tengas pérdida de sensibilidad en la córnea y valore la calidad de tus lágrimas.
  • Si tienes blefaritis (1) es importante que realices una higiene diaria a fondo, no solo cuando uses las lentes de contacto, así conseguirás mejor visión y más comodidad con ellas.
  • En el posible caso de que tengas menos secreción de lágrimas, o que estas sean algo desequilibradas, consulta con tu oftalmólogo para que te indique qué lágrimas artificiales puedes usar para hidratar tu lentes y con qué frecuencia.
  • Si al retirar tus lentes de contacto sospechas que te has podido hacer una herida no vuelvas a usarlas y acude a tu oftalmólogo. La diabetes puede producir menor percepción del dolor en la córnea y que una herida apenas produzca leves molestias.
  • Si tu oftalmólogo detecta heridas o infecciones (abscesos) en tu córnea debes evitar por completo volver a usar tus lentes de contacto hasta que te lo indique tu oftalmólogo. La diabetes, como ya sabes, dificulta la cicatrización de las heridas y puede alargar las infecciones.

Fuente: Bayer Diabetes Care

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