México D.F. a 31 de julio del 2015.- Por su magnitud, frecuencia, crecimiento y presión que ejerce sobre el Sistema Nacional de Salud la diabetes tipo 2 (DM2) se ha convertido, junto con la obesidad y las enfermedades del corazón, en el más costoso y principal enemigo a vencer. De no enfrentar esta epidemia mundial, por primera vez en la historia las futuras generaciones verán reducida su esperanza de vida.
Debido a su complejidad y al creciente número de personas que están siendo diagnosticadas, existe una tremenda necesidad de seguir avanzando en investigación clínica para asegurar las opciones terapéuticas que ofrezcan al paciente tratamientos “a la medida” que le permitan alcanzar sus metas de control.
Entendiendo esa necesidad, en enero del 2011 dos compañías farmacéuticas líderes: Boehringer Ingelheim y Eli Lilly & Company, firmaron un acuerdo estratégico global que consiste en el co-desarrollo y co-comercialización de una cartera de productos innovadores diseñados para hacer más fácil el control de la diabetes en todas sus etapas y ofrecer alternativas de tratamiento a pacientes con necesidades de salud insatisfechas.
Hoy, ambos laboratorios celebran su 4to. Aniversario con el registro en México de linagliptina sola o combinada con metformina y empagliflozina, dos antidiabéticos orales de última generación que están dentro de los tres productos de mayor prescripción en su categoría, los cuales a la fecha han beneficiado a 116 mil mexicanos que viven con la enfermedad.
También, se encuentran en proceso de aprobación por parte de COFEPRIS una insulina basal y una combinación de empagliflozina con metformina, que se espera estén disponibles próximamente en México. Estos medicamentos son de prescripción y solo el médico puede decidir cuál es la opción de tratamiento más adecuada para su paciente.
Al lanzar en promedio un producto por año y poseer la cartera de medicamentos más extensa y completa del mercado, la alianza se posiciona como la más importante y productiva que existe en el campo de la diabetes, enfermedad que actualmente afecta a 387 millones de personas en el mundo.
Carlos Baños, Vicepresidente para América Latina de Eli Lilly, indicó que tener un socio que coincide con su filosofía de ética, calidad e innovación no sólo ha permitido acelerar el desarrollo de nuevos fármacos, sino también complementar y consolidar su portafolio de productos, mejorar el acceso y diversificar riesgos, temas importantes en un sector de alta complejidad.
La alianza combina el sólido trabajo de Boehringer Ingelheim y la experiencia de Eli Lilly al ser pionero en el desarrollo de la primera insulina humana y del primer análogo de insulina en el mundo. “Estamos convencidos que la innovación es el camino más prometedor para traer esperanza a los aproximadamente 9 millones de mexicanos que viven con diabetes. Sin embargo, son pocos los laboratorios que, como nosotros, dirigen su esfuerzo al fortalecimiento de la medicina basada en evidencia”, comentó.
Dijo que la razón por la que la DM2 está poniendo en jaque a los sistemas sanitarios es porque la falta de control efectivo de la enfermedad lleva a las personas con esta condición a sufrir graves y costosas complicaciones como falla renal, ceguera, y amputación de extremidades. También, provoca pérdida de productividad laboral, muerte prematura y una fuerte carga económica y social para el paciente y su familia, la cual llega a destinar hasta 30% de su ingreso mensual, por lo que una diabetes no controlada se torna en un gasto catastrófico.
“Si bien hemos avanzado en efectivos esquemas de prevención y diagnóstico, su manejo sigue siendo un desafío para la comunidad médica, ya que más del 75% de las personas con diabetes no logra alcanzar su meta de control”, señaló.
Tan sólo en 2014 la DM2 causó 4.9 millones de muertes y un gasto de 612 mil millones de dólares[v] en el mundo, mientras que en México su atención supera los 7 mil millones de dólares; es decir, 15% del total del presupuesto asignado al sector salud.
Ante la premura de contribuir con el combate de este mal crónico, discapacitante y mortal, la alianza BI-Lilly destina más del 20% de sus ventas en investigación y desarrollo, facilitando así la realización de estudios para saber cuáles son los mecanismos que participan en su progresión. “Esto nos ha permitido poner a disposición de los mexicanos tratamientos más seguros y eficaces, flexibles y combinables, que respondan a las necesidades específicas de cada paciente”.
Miguel Salazar, Presidente y Director General de Boehringer Ingelheim México y Centroamérica, sostuvo que ambas compañías están muy orgullosas de los resultados obtenidos a lo largo de 4 años de exitosa relación y, pese a los altibajos de la economía mundial, la alianza transita hacia una fase de crecimiento sostenido y dinámico con la aprobación de más y mejores moléculas.
Expresó que en México el mercado de medicamentos para la diabetes tiene un valor actual de 6 mil millones de pesos[vii] y el segmento que más crece es el de los nuevos antidiabéticos orales como los desarrollados por BI-Lilly, pues ofrecen muy buenos resultados y generan ahorros al reducir costos directos e indirectos por complicaciones: hospitalización, visitas médicas, servicios de urgencias, etc.
Asimismo, las dos farmacéuticas contribuyen por igual a la formación continua de los profesionales de la salud que intervienen en los cuidados del paciente con diabetes para mantenerlos actualizados en diferentes aspectos de la medicina. Un ejemplo de ello es el evento Diabetología Lilly y el novel congreso de Intercambio Científico Cardiometabólico (ICC) de Boehringer Ingelheim, los cuales son un claro ejemplo de excelencia porque aportan conocimiento científico de frontera sobre prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, endocrinólogas y Síndrome Metabólico donde participan figuras de gran reconocimiento nacional e internacional.
Finalmente, destacó que la mancuerna BI-Lilly seguirá innovando para ayudar a los médicos a cambiar el paradigma de atención con nuevos enfoques para aumentar la adherencia al tratamiento y el autocuidado. Para ello, trabajan de manera coordinada con autoridades sanitarias, comunidad médica y organizaciones civiles para impulsar iniciativas que promuevan la gestión temprana y completa de la enfermedad.
“En nuestro compromiso de aportar valor a través de la innovación, seguiremos avanzando en el descubrimiento de opciones terapéuticas múltiples para que los pacientes puedan vivir más tiempo, más sanos y con mayor calidad”, concluyó Miguel Salazar.