Las personas con diabetes al ver reducido su consumo de azúcar, sustituyen su capacidad endulzante por la de los edulcorantes. Podemos hablar de dos tipos de edulcorantes según su capacidad de aumentar la glucosa en la sangre (glucemia): Los edulcorantes calóricos y los acalóricos (sin calorías).
Los edulcorantes calóricos
Son aquellos que aportan calorías y elevan la glucemia de manera rápida: la sacarosa (que es el azúcar común), la fructosa (azúcar de la fruta y miel), la lactosa (azúcar de la leche), la maltosa (azúcar de la cerveza), la glucosa y otros tipos como los polialcoholes —sorbitol (E-420), manitol (E-421), xilitol (E-967)—, etc., que contienen muchas de las bebidas refrescantes y algunos zumos.
La fructosa como edulcorante se ha ofrecido como alternativa a la sacarosa en los pacientes diabéticos ya que, a pesar de que como hemos citado anteriormente, aumenta la glucosa rápidamente, la fructosa produce un aumento menor que la sacarosa —es decir, lo hace más lentamente y de forma más mantenida— por lo que se postuló como un edulcorante ideal para personas con diabetes. Sin embargo, también se ha evidenciado un aumento paralelo del colesterol de baja densidad también llamado LDL (popularmente colesterol malo) concretamente cuando las dietas tenían un porcentaje de fructosa entre el 15% y el 20% (1) Podemos decir por tanto, que el abuso de fructosa en las personas con diabetes produce un efecto secundario indeseable.
También es importante saber que los edulcorantes de tipo alcohol o polioles como el sorbitol, xilitol, manitol, etc., a dosis altas no recomendadas tienen un efecto laxante. Algunos caramelos y gomas de mascar contienen estos productos por lo que no se recomiendan en niños y en determinadas enfermedades.
Los edulcorantes sin calorías
Son aquellos que no aportan energía y no modifican la glucemia, como son la sacarina (E-954), el aspartamo (E-951), la sucralosa (E-955) —que se utiliza para cocinar y hornear—, entre otros.
Es muy importante, especialmente para las personas con diabetes, que sea el equipo médico habitual del paciente quién determine la idoneidad de consumo de los diferentes tipos de edulcorantes según las características de cada tipo de persona en particular.
Fuente: Bayer Diabetes Care