La insulina nos ayuda a aprovechar correctamente la glucosa que proviene de nuestros alimentos, su trabajo es introducirla en nuestras células para que ahí se convierta en energía, en lugar de que se quede merodeando en nuestro torrente sanguíneo.
Las personas con diabetes tenemos dificultad, ya sea para producir nuestra propia insulina o para aprovecharla eficientemente. Dependiendo de la carencia se definirá el tipo y la cantidad de insulina externa que se deberá usar para manejar nuestra diabetes.
La insulina, normalmente se usa para dos motivos:
1) para compensar la posible elevación de azúcar en la sangre debido a los alimentos
2) para disminuir (corregir) los niveles altos de azúcar en sangre
Cuando una persona con diabetes va a comenzar el uso de la insulina es recomendable que la prescripción venga de un médico especialista, quien indicará el tipo de insulina y la dosis para comenzar. Ten en cuenta que muchas veces la persona con diabetes requerirá más de un tipo de insulina. Por lo general, una insulina basal (que proteja durante 24 horas del día) y, aparte, una insulina para las comidas (a esta se le llama insulina de bolo). Al usar dos insulinas estaríamos tratando de imitar las funciones que realizaría el páncreas.
Algo que debes saber es que los requerimientos de insulina varían, a veces constantemente, debido a decenas de motivos, por ejemplo:
- El desarrollo y el crecimiento
- El embarazo o la lactancia
- El envejecimiento
- Algún cambio hormonal o medicamento nuevo
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Es importante recordar que cada persona reacciona diferente a la diabetes, por tanto, cada uno tiene sus propias dosis de insulina a lo largo del día.
Aunque la insulina es un medicamento extraordinario, hay que ser muy meticuloso con su uso, un exceso puede llegar a ser peligroso y hasta fatal; puede bajar de más los niveles de azúcar en sangre o, por el contrario, usar una cantidad menor a la que corresponde no lograría cumplir con la meta de mantener nuestros niveles de glucosa en un rango saludable. El descontrol frecuente de los niveles de glucosa también puede traer complicaciones.
Por lo anterior, será necesario tener educación en diabetes para que, poco a poco, se domine el control del tratamiento con insulina(s). Mientras tanto, en el transcurso de este aprendizaje, lo más conveniente será seguir las recomendaciones del equipo de profesionales de la salud. Esto no significa que simplemente obedezcas lo que diga la receta sin hacer tu propio esfuerzo. Al contrario, quisiéramos que comprendas cómo y cuándo se usa la insulina y cuáles son sus efectos en tu estilo de vida. Pronto, tu equipo de salud te motivará y dará la confianza para que hagas tus propios ajustes según vayas observando y entendiendo el comportamiento de tu glucosa.
Aún con esta libertad, autoconfianza y empoderamiento que adquirirás sobre diabetes, tu equipo siempre estará atento para apoyarte y aconsejarte en el ajuste de las dosis, o para ayudarte a comprender y a manejar alguna situación nueva que surja.
Recuerda que tú eres el principal responsable del buen manejo de tu diabetes, pero ¡No estás solo(a)!
Autora: LN ED Diana E Novelo Alzina / Secretaria de Consejo de la Asociación Mexicana de Diabetes en el Sureste A. C.- Colaboradora de la Federación Mexicana de Diabetes A. C. – Representante de México y de la región de Norte América y el Caribe, en el programa de Jóvenes Líderes en Diabetes de la Federación Internacional de Diabetes – Vocera del Movimiento Nacional Por Una Sola Voz en la Diabetes Tipo 1 – Céd Prof: 9036229 / Fb: Diana Novelo Alzina Nutrióloga y Educadora en diabetes; Tw: dia_diabetes
Referencia:
- Asociación Americana de Diabetes (9 de diciembre de 2013) Lo básico sobre la insulina. Disponible en: http://archives.diabetes.org/es/vivir-con-diabetes/tratamiento-y-cuidado/medicamentos/insulina/lo-basico-sobre-la-insulina.html
- MedlinePlus (actualizado el 30 de noviembre de 2020). Inyección de insulina humana. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/druginfo/meds/a682611-es.html