- «Exploradores de comida» es una serie de talleres dirigidos a niños y padres de familia, que incorpora aspectos sociales, culturales y psicológicos de la comida
- La estrategia tiene el objetivo de reproducirse en nichos comunitarios del Distrito Federal, donde más de 30 por ciento de los niños padecen obesidad
El combate a la obesidad infantil debe incorporar aspectos psicológicos y culturales, más allá de la parte clínica. Con esta premisa, la académica Ericka Escalante Izeta, académica del Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana, y un equipo de estudiantes desarrollaron “Exploradores de comida”, una serie de talleres integrales dirigidos a niños y padres de familia, realizados en el área de Santa Fe.
La especialista aseguró que el proyecto es viable de replicarse en nichos comunitarios del Distrito Federal y área conurbada, donde, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2012), 34.5 por ciento de los niños en edad escolar presentaron sobrepeso. Para ello, contó, se ha trabajado en un manual replicable, con miras a que la estrategia puedan retomarla otros actores sociales.
Escalante refirió que “Exploradores de comida” es el resultado de un diagnóstico realizado por estudiantes de la Licenciatura en Nutrición y Ciencia de los Alimentos de la Ibero en el área de Santa Fe. En dicho diagnóstico, se determinó no sólo que el entorno determina la presencia de obesidad en los niños y jóvenes de la comunidad: también se detectó una correlación entre problemas emocionales y sobrepeso en la población infantil.
De acuerdo con Escalante, es posible afirmar que los niños con sobrepeso tienen una probabilidad tres veces mayor de presentar ansiedad que aquellos que no lo padecen.
Señaló que su iniciativa está enfocada en la prevención de la obesidad infantil en núcleos comunitarios, por medio de una intervención que tomó en cuenta variables culturales, individuales y psicológicas de los participantes. Los talleres se realizaron en la Casa Meneses de la Universidad Iberoamericana, centro comunitario localizado en el pueblo de Santa Fe.
“Es un taller hecho para niños y adultos, cuyo objetivo principal es abordar el tema de la alimentación en general desde la propia cultura alimentaria”, aclaró Escalante.
El proyecto constó de once módulos, en los cuales los asistentes tuvieron la posibilidad de mejorar su salud por medio de juegos, actividades de corte dramático y educación popular.
Las sesiones fueron impartidas por promotores pertenecientes a los nichos comunitarios, capacitados por el Departamento de Salud de la Ibero, quienes profundizaron en cuestiones como la cocina tradicional, el papel social de los alimentos, la recuperación de herencias culinarias, la relación entre las emociones y el acto de comer, e instaron a los participantes a delimitar una estrategia personal de cambio de estilo de vida.
La doctora Escalante, quien cuenta con una formación como psicóloga y es maestra en Ciencias de la Salud, contó que el taller fue estructurado para incorporar una estrategia de prevención de la obesidad integral que incluyera los aspectos psicológicos y sociales, pues, de acuerdo con sus declaraciones, el sistema de salud mexicano se ha limitado al enfoque clínico en el combate a la epidemia de obesidad y sobrepeso.
Además de la intervención comunitaria ya mencionada, Escalante y su equipo crearon el taller “No te comas lo que sientes”, dirigido a personas adultas con sobrepeso. Éste lo integraron ocho sesiones centradas en la promoción de la alimentación en conciencia plena, que incluyeron técnicas de control de emociones y manejo de estrés, aplicadas en Casa Meneses y el Centro Comunitario de Tlapechico, en Santa Fe.
Puntualizó que los talleres se han creado en respuesta a situaciones que se han identificado en comunidades del área de Santa Fe, incluidas en diversos diagnósticos realizados por estudiantes de licenciatura y posgrado del Departamento de Salud de la Ibero.
“No podemos enfocarnos en la obesidad, tenemos que ir un paso allá. Nos hemos dado cuenta de que hay personas que todavía no reconocen que la obesidad y el exceso de peso son un problema, sin embargo, puede que el problema esté detrás de lo físico. Comemos de forma desordenada porque vivimos de forma desordenada”, declaró Escalante.
