México enfrenta una crisis de salud pública a causa del sobrepeso y obesidad con un costo entre los 82 y 98 mil millones de pesos que equivalen a 73 por ciento y 87 por ciento del gasto programable en salud (2012), sólo considerando los costos atribuibles por diabetes, situación que lejos de disminuir, aumentará en los próximos años, pronostica el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO).
Lo grave es que a más de un año de la aplicación del impuesto a alimentos y bebidas con alto contenido calórico, los mexicanos no hemos bajado de peso y tampoco hemos cambiado los hábitos alimenticios, de acuerdo con una encuesta de la firma BGC Beltrán, Juárez y Asociados.
A nivel mundial la situación no es diferente, según estimaciones del McKinsey Global Institute, la obesidad a nivel mundial impone costos equivalentes a 2.8 por ciento del PIB global, cifra parecida a la que generan los conflictos armados y el tabaquismo, lo que implica una gran presión sobre el presupuesto de las familias, los sistemas de salud y las finanzas públicas.
Esta enfermedad producto en parte de la inactividad física la cual está matando a medio millón de europeos, su costo supera los 80 mil millones de euros anuales.
Ante esto, la nutrióloga Beatriz Boullosa, presidenta de la Federación Mexicana de Nutrición Deportiva y nutrióloga de Selecciones Nacionales señaló que «Las cifras son alarmantes, pero lo peor es que son totalmente evitables. Sólo tenemos que ser un poco más activos. Pero para que esto suceda tenemos que trabajar juntos para animar a todos, especialmente los niños y jóvenes de hoy, para que sean más activos», dijo.
De acuerdo con el estudio, las personas que se consideran con sobrepeso expresan, en su mayoría, haber hecho poco o nada para cambiar dichos hábitos, es así que 51 por ciento no han modificado sus hábitos de vida para hacerlos más saludables o los ha cambiado muy poco; 22 por ciento reconoció que en el último año no ha cambiado sus hábitos de vida para hacerlos más saludables; 29 por ciento que los ha cambiado poco, 19 por ciento regular; 19 por ciento bastante y sólo 8 por ciento indicó haberlos transformado
Fuente: La Prensa
