¿Qué pasa cuando se separan los padres de un niño con diabetes?

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La separación de una pareja cuando hay hijos en común, aunque sea de mutuo acuerdo, siempre repercute en todos los miembros de la familia. La familia necesita un periodo de tiempo para adaptarse a la nueva situación y a los cambios que la nueva circunstancia requiere.

 

El diagnóstico de diabetes en un hijo genera preocupación y muchas dudas en los padres, además de requerir más dedicación y atención sobre el niño, su salud y su adaptación a esta misma. Esta situación puede provocar un estado de ansiedad y cansancio que repercuta en la relación de pareja que, si ya existían problemas previos al diagnóstico, pueda derivar en una ruptura posterior.

 

Con frecuencia los niños, sobre todo los más pequeños, pueden pensar que la culpa de la separación es de ellos o de su diabetes.

 

Un niño que piensa que la separación fue culpa suya, tiende a pensar que si él se comporta bien entonces la familia volverá a estar unida.

 

Otros niños, en cambio pueden desarrollar un comportamiento agresivo si piensan que ellos son la causa del conflicto entre sus padres. Por ello, es muy importante que expliques a tu hijo que él no tiene ninguna culpa, que la separación es un problema de adultos, y que por lo tanto es una decisión tomada por los adultos y que él no puede cambiar.

 

Ten en cuenta que en muchos de los casos, la propia situación emocional que implica una separación, puede reflejarse en los controles glucémicos, ya que las emociones alteran la glucosa produciéndose hiperglucemias en la mayoría de los casos.

 

¿Qué puedes hacer para mantener el equilibrio físico y emocional de todos?

 

Aprender a comunicarse con el otro miembro de la pareja tras la separación puede que no sea una tarea fácil pero hay que intentarlo. Siempre por el bien del hijo. Una buena comunicación entre padres debe tratar todos los aspectos del tratamiento de la diabetes:

 

Es fundamental que ambos padres continuen compartiendo las responsabilidades respecto a tu hijo, igual que antes de la separación; manteniendo el programa de visitas acordado y siguiendo la rutina y el mismo sistema de disciplina familiar que tenías antes.

Dile a tu hijo que va a seguir siendo igualmente querido por los dos, exactamente igual que antes de la ruptura y que además no ha tenido ninguna culpa de lo que ha sucedido entre ustedes (parece algo evidente pero es necesario hacérselo saber).

Escucha lo que tu hijo quiera comentar sobre la nueva situación. Es muy importante que tenga la oportunidad de expresar sus sentimientos sobre la nueva circunstancia.

Nunca critiquéis al otro padre en presencia de tu hijo, puesto que tu hijo tiene necesidad de querer y ser querido por ambos padres.

Respecto al cuidado de la diabetes, es importantísimo que negocies un compromiso sobre ese tema y trabajen juntos separaciónpara conseguir objetivos comunes, consensuados con el equipo de salud. Esto te aportará credibilidad ante tu hijo, proporcionándole seguridad y evitando que pierda interés por el control de su diabetes.

En esta misma línea, procurad acudir los dos a las revisiones médicas del tu hijo.

Además, es fundamental que cada vez que el niño cambia de casa le aportes la información concreta y necesaria para el seguimiento de la diabetes:

 

Cómo ha estado el niño durante los últimos días (número de hipoglucemias y de hiperglucemias, posibles causas y cómo se han tratado)

Si ha habido cambios en la dosis de insulina.

Cómo ha ido el día (cuándo y qué comió el niño, si hizo ejercicio físico, de qué tipo y a qué hora, mejor incluso escribiendo toda esta información y grapando esta hoja al cuaderno de autocontrol del niño)

Cualquier otra enfermedad o cosa que le haya ocurrido desde la última visita.

Si el niño ha practicado algún ejercicio o actividad física, es importante saber el tipo y tiempo dedicado para poder ajustar el tratamiento del niño.

Para la salud emocional y física de tu hijo está claro que, lo que de verdad cuenta al final, es la actitud de los padres durante el periodo de transición, si este es pacífico y con responsabilidad por ambas partes, en general, el niño no tendrá problemas.

 

Cuando a tu hijo le diagnostican diabetes sumas un nuevo compromiso que se añade al que aceptasteis para toda la vida al nacer el niño. Si los padres separados se ponen de acuerdo sobre el manejo de la diabetes esto dará una lección magistral a tu hijo, lo que sin duda le ayudará en el futuro a resolver, de una manera saludable, otros retos que irá encontrando a lo largo de su vida.

Fuente: Bayer Diabetes Care

Autora: Olga Sanz Font, Licenciada en Psicología y Máster en Psicología Clínica. Experta en Psicoterapia Infanto- Juvenil, trabaja como psicóloga clínica en el ámbito privado atendiendo a personas con diabetes y colabora con la Unidad de diabetes pediátrica del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.

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