La meditación puede ser una vía para que los pacientes toleren mejor la enfermedad y en consecuencia el tratamiento, ya que puede reducir el impacto emocional de ser diagnosticados y también del tratamiento y las revisiones. Los pacientes deben tener estrategias personales que desarrollen de forma individual para ir poco a poco dirigiendo y aceptando la situación en la que se encuentran.
La meditación es una vía para tomar conciencia de la realidad. “No ocultar nuestra propia realidad sino ver lo que está sucediendo y cómo nosotros podemos ser partícipes de nuestra propia recuperación”.
Fuente: Infosalus.com
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