La ingesta de frijol conlleva carbohidratos, proteína, vitaminas, minerales, ácido fólico, tiamina, niacina y fibra. Esta leguminosa puede ser de gran beneficio para las personas con diabetes y de aquellas que cuidan el colesterol en la dieta.
“Los frijoles tienen dos características, una es que tienen proteína y la otra es que tienen carbohidratos en muy buena proporción”, explicó Araceli Martínez Coronado, responsable del Área de Nutrición de la Universidad La Salle.
Estos carbohidratos se absorben más lento que los alimentos procesados, por lo tanto ayudan a prevenir los altos niveles de azúcar en la sangre y es por esta razón que médicos recomiendan que se incluya en la dieta de las personas con diabetes.
Por otro lado, alrededor del 25 por ciento de los gramos del frijol son fibra. A ésta se le atribuye el combate al colesterol malo en la sangre.
La legumbre proporciona una buena dosis de fósforo. “El potasio del frijol tiene una función hasta cardioprotectora y es importante para el funcionamiento de nuestra células”, agregó Martínez.
En el 2012 un equipo de investigadores intentó resolver la disputa por la adjudicación del origen de esta legumbre entre México y la zona andina.
Los investigadores liderados por Elena Bitocchi de la Universidad Politécnica delle Marche, en Italia, concluyeron luego de un estudio de un gen en cromosomas que el frijol era de origen mesoamericano, lo que abarca gran parte de México y Centro América.
A la fecha los grandes productores del mundo son México, Estados Unidos, China, India, Argentina, Kenia, Brasil y Tanzania.
De acuerdo con la especialista, consumir frijol hace que sea necesario combinar su ingesta con otros alimentos como verduras para que sea balanceado.
Fuente: sinembargo
