Consensos médicos representan gran avance en combate a la obesidad

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  •  Los Consensos y Guías de Prácticas Clínicas para el Tratamiento Integral de la Obesidad se difundirán a la comunidad médica a partir de enero de 2015
  • Son para los siguientes grupos: edad pediátrica; mujeres; adulto joven y maduro; y adulto mayor y grupos especiales
  • Por cada persona que muere de hambre en el mundo, hay dos que mueren por la obesidad y sus consecuencias
  • En México 40.1 por ciento de la población tiene sobrepeso y 32.4 por ciento sufre de obesidad

 Un gran avance representan los consensos y guías de prácticas clínicas para el diagnóstico y tratamiento integrales de la obesidad, que integran la experiencia de expertos que deliberaron ampliamente sobre este problema de salud pública, siguiendo un procedimiento estandarizado y ordenado.

Es importante recordar que México tiene el primer lugar mundial en obesidad en niños y el segundo en adultos. Los datos más recientes advierten que el 40.1 por ciento de la población tiene sobrepeso y el 32.4 por ciento sufre de obesidad.

En este contexto, el coordinador de los consensos, Dr. Jorge Aldrete Velasco, médico internista Colegiado y Vicepresidente del Colegio de Medicina Interna de México, señaló que expertos mexicanos de diversas especialidades médicas, “llegaron a conclusiones sobre el manejo clínico orientado a la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y el control de pacientes con obesidad, en los siguientes grupos: edad pediátrica, mujeres, adulto joven y maduro y en el adulto mayor y grupos con necesidades especiales”.

Esta iniciativa fue impulsada por Medix y la Asociación Mexicana para el Estudio de la Obesidad (AMEO). “Facilitamos la revisión de las iniciativas que se han hecho en materia de prevención y atención del sobrepeso y la obesidad, con la finalidad de proporcionar el conocimiento de las mejores prácticas clínicas en beneficio del ejercicio profesional de la comunidad médica y de la atención a sus pacientes”. Todo esto “de acuerdo con la Estrategia Nacional de Prevención y el Control del Sobrepeso y la Obesidad”, señaló la Lic. Rebeca Madrid, Directora Comercial de Medix.

Por su parte, el Dr. Raúl Morín Zaragoza, Presidente de la AMEO, explicó que los consensos se adhieren a la citada estrategia que establece que en materia de atención médica se implantará un modelo de atención integral con base en la prevención activa, el suministro eficiente de insumos y medicamentos, la capacitación del personal y la incorporación de las innovaciones en tecnologías de la información.

Los consensos se hicieron integrando a expertos médicos de Asociaciones y Colegios Médicos

para tratar un tema de salud pública mundial que en México es prioridad, dijo el Dr. Jorge Aldrete Velasco. Destacan los siguientes aspectos: falta hacer prevención, hacer campañas con los médicos e impulsar la modificación de hábitos y conductas.

“Debemos recordar el impacto de la obesidad: es un severo problema y hay que verlo por grupos. La obesidad la debe ver y tratar el médico que ve a cada paciente, independientemente de su especialidad y recordar que bajar de peso es una carrera de resistencia, no de velocidad”, subrayó.

Explicó que los consensos serán sometidos para su publicación a diferentes revistas médicas: la Revista del Hospital Infantil “Federico Gómez”, la Revista de la Asociación Mexicana de Ginecología y Obstetricia y en la Revista del Colegio de Medicina Interna de México. Se harán reimpresiones para su distribución a la comunidad médica y se hará una amplia divulgación en Foros Médicos de Especialidad y de Medicina General.

La Dra. Ninel Coyote Estrada, Secretaria-Tesorera de la Sociedad Mexicana de Endocrinología Pediátrica, Coordinadora del Consenso de Obesidad Infantil, señaló que la prevención de la obesidad infantil se fundamenta en tres puntos:

  1. Alimentación. Evitar la comida chatarra y las bebidas azucaradas y procurar la ingesta de alimentos sanos con una dieta balanceada.
  2. Actividad física. Hacer ejercicio físico o alguna actividad deportiva; caminar o subir escaleras, por ejemplo.
  3. Disminución del sedentarismo. Evitar que los niños pasen largas horas sentados frente al televisor o los videojuegos o en inactividad física por periodos prolongados de tiempo.

Asimismo comentó que la obesidad se previene desde la lactancia, procurando dar el alimento adecuado al neonato. Informó que 95% de la obesidad es exógena, es decir, que ingerimos más de lo que necesitamos.

El Dr. Enrique Reyes Muñoz, Coordinador de Endocrinología del Instituto Nacional de Perinatología y colaborador del Consenso Obesidad en Mujeres, dijo que en términos generales, en las mujeres entre 19 y 45 años se observa una prevalencia de obesidad y sobrepeso del 73 por ciento y eso urge a implementar acciones para tratar de reducir esta prevalencia e identificar riesgos asociados.

En pacientes no embrazadas hay un riesgo incrementado de síndrome metabólico, diabetes e hipertensión arterial. Comentó que en las mujeres embarazadas con obesidad se aumenta el riesgo de diabetes gestacional, preeclampsia, muerte de feto en útero y un mayor riesgo de nacimiento por cesárea y de tener recién nacidos macrosómicos –con peso mayor a 4 kilos-.

Orientado a la prevención, el consenso establece que se debe tratar de modificar con dieta y cambios en el estilo de vida para llevar a la paciente a un peso más saludable, con el empleo de dieta, ejercicio y cambios en el estilo de vida, y si no hay respuesta, evaluar el uso de medicamentos.

El Dr. Carlos Lenin Pliego Reyes, Secretario General del Colegio de Medicina Interna de México y Coordinador del Consenso en Adulto Varón Joven y Maduro, explicó que la Encuesta Nacional de Salud 2012 reportó una prevalencia global de sobrepeso y obesidad en adultos de 20 años o más de 73 por ciento en mujeres y 69.4 por ciento en hombres. Por cada 15 kilos arriba del peso ideal, la probabilidad de muerte temprana se incrementa 30%.

El diagnóstico se basa en peso, talla y circunferencia abdominal, además de identificar enfermedades asociadas, así como en la evaluación nutricional y psicológica. Para fines estadísticos se considera como riesgo cardiovascular una circunferencia de cintura mayor o igual a 80 centímetros para mujeres y mayor o igual a 90 centímetros para hombres.

El tratamiento se divide en no farmacológico, en el que se considera la combinación de alimentos bajos en calorías, la educación nutricional, una mayor actividad física y la terapia conductual. El tratamiento farmacológico se considera en pacientes con índice de masa corporal igual o mayor a 30 kg/m2 o igual o mayor a 27 kg/m2 cuando existen comorbilidades asociadas con la obesidad.

El criterio de respuesta es que el paciente pierda, al menos, 2 kg en las primeras cuatro semanas de tratamiento.

Finalmente, la Dra. Guadalupe Castro Martínez, Expresidente del Colegio de Medicina Interna de México y Coordinadora del Consenso Obesidad en Adulto Mayor y Grupos Especiales, mencionó que la obesidad se asocia con enfermedades que afectan a la mayoría de los sistemas del organismo: hipertensión, dislipidemia, diabetes, enfermedad coronaria, infarto cerebral, patología biliar, síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS), osteoartropatía y ciertos tipos de cáncer.

Las herramientas terapéuticas incluyen: intervención en los estilos de vida, dieta adecuada, actividad física, modificación del comportamiento, farmacoterapia y cirugía (en caso necesario).

La evaluación del estado nutricio es importante debido a los cambios fisiológicos asociados al envejecimiento. Debe elaborarse un régimen alimentario adecuado, individualizado (de acuerdo a su edad, los resultados de valoración nutricional, la dinámica en hábitos alimentarios, los factores familiares, etc.).

Realizar ejercicio de forma habitual contribuye a mejorar la calidad de vida, tanto de forma preventiva como en casos de enfermedad. La actividad física debe ser individualizada, compuesta por ejercicio aeróbico, de resistencia y de flexibilidad, para mejorar la función física y disminuir la pérdida muscular asociada al envejecimiento.

Los medicamentos reductores del peso se consideran en segunda opción, pues estos pacientes tienen un alto riesgo de perder peso a expensas del músculo; por tal motivo es recomendable la combinación de dieta y ejercicio. Se debe reducir entre 10 y 15% del peso corporal a largo plazo.

Respecto a este grupo de edad no se recomienda algún tipo de intervención quirúrgica bariátrica.

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