Alimentación con conciencia, para cuidar la salud esta temporada

Home / Nutrición / Alimentación con conciencia, para cuidar la salud esta temporada
  • Académica de la Ibero propone alejarse de las dietas estrictas para cuidar la salud en la época de fiestas decembrinas, y reflexionar sobre hábitos, motivaciones y necesidades
  • Ni limitar el goce ni excederse, la clave, aseguró

Cuidar la alimentación durante la época decembrina, cuando se incrementa el consumo de alcohol y de alimentos densamente calóricos, no se limita a hacer dietas extremas o evitar las fiestas: es una cuestión de equilibrio que va más allá de la comida, e involucra que la persona reflexione sobre sus hábitos y antojos.

Así lo propone la doctora Ericka Escalante Izeta, académica del Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana, quien aconsejó aplicar estrategias retomadas del movimiento “Alimentación en conciencia plena”, para no caer en excesos o extralimitarse con la comida en la época decembrina.

El año pasado, Gfk, una empresa de investigación de mercado, registró un aumento considerable de peso en 32 por ciento de mexicanos habitantes en el Distrito Federal, Monterrey y Guadalajara, luego del periodo conocido como Guadalupe-Reyes, del 12 de diciembre al 6 de enero.

Sin embargo, organismos institucionales del sector salud han demostrado que las dietas demasiado estrictas pueden resultar contraproducentes para bajar de peso.

Contraria a las «dietas de moda», la «Alimentación en conciencia plena» se presentó en una época reciente en Estados Unidos como una «antidieta», basada en una reflexión no sólo sobre los alimentos que se ingieren, sino en la propia persona, sus hábitos y sus motivaciones.

“El movimiento parte de que el acto de comer debería hacerse por medio de un ejercicio de plena conciencia. No se limita a este acto únicamente: implica poner atención en cada actividad de la vida cotidiana de la persona”, explicó Escalante.

Aclaró: “Como consecuencia de la postmodernidad en la que vivimos, en la que todo es inmediato, solemos convertirnos un poco en autómatas. No reflexionamos sobre lo que estamos haciendo. Es muy evidente que también la alimentación se vuelve una acción automatizada: sí, se come por hambre, pero al mismo tiempo obedecemos a muchas circunstancias, como la ansiedad provocada por el cierre del año”.

“La literatura científica se orienta hoy a reflexionar en cómo estamos viviendo, principalmente en cuestiones de estilo de vida y estrés”, comentó. Recordó que el estrés y la ansiedad pueden considerarse problemas de salud importantes: Escalante se ha dedicado a estudiar la relación que existe entre los desórdenes emocionales y los problemas de salud como la obesidad y el sobrepeso.

Para evitar la ausencia de reflexión al momento de sentarse a comer, Escalante emitió una serie de recomendaciones:

[subtitle]Cuidado con los ayunos prolongados[/subtitle] 

Escalante recordó que muchas personas, al saber que cenarán o comerán de manera abundante, alteran sus hábitos alimenticios y evitan desayunar o comer como preparativo para el “atracón”. Ésta es una práctica contraproducente, aclaró, pues altera el metabolismo y hace que las personas consuman más calorías de lo indicado.

Lo recomendable, según la doctora, es no alterar los ciclos alimenticios: un desayuno ligero, o un almuerzo con una menor densidad calórica y más vegetales, pueden evitar el consumo desmedido durante las fiestas.

[subtitle]Disfrutar no significa sedentarismo absoluto[/subtitle]

 Aunque no dejó de lado la importancia del descanso y la relajación, Escalante precisó que las vacaciones no son sinónimo de sentarse a ver la televisión o estar tras la pantalla de la computadora todo el día.

El disfrute en nuestra sociedad se ha tornado en algo externo, y muchos no logran identificar a ciencia cierta lo que realmente les proporciona gozo, lamentó Escalante. Para ello, se pronunció a favor de un ejercicio de autorreflexión individual.

Aunque aconsejó los paseos familiares como una actividad óptima en esta temporada, recomendó alejarse de los centros comerciales y la cultura de consumo. Propuso realizar actividades deportivas y culturales en familia, y sugirió aprovechar y reapropiarse los espacios públicos.

[subtitle]Reflexionar [/subtitle]

De acuerdo con la profesora del Posgrado en Salud de la Ibero, es importante que antes de sentarse a la mesa, las personas se cuestionen si realmente sienten hambre o tratan de satisfacer un antojo.

“Vale la pena preguntarse: ¿qué quiero comer?”, aseguró. De igual modo, aclaró que probar en cantidades moderadas “un poco de todo”, no tiene realmente efectos negativos para la salud.

Artículos Relacionados
FMD NEWSLETTER
Suscríbete a nuestro Newsletter y mantente informado sobre las novedades de la FMD
TU EMAIL*
    
TU NOMBRE COMPLETO*